lunes, 25 de abril de 2011

Laura (1944)

Laura, una película de cine negro producida y dirigida por el austro-húngaro Otto Preminger, bien podría intercambiar su título con Ese oscuro objeto del deseo de Luis Buñuel. Más aún que en el film de Buñuel, el papel principal femenino encarnado por Gene Tierney es el objeto del deseo del intelectual Lydecker Waldo, del playboy Shelby Carpenter y del detective Mark McPherson. Sin embargo, a diferencia del personaje interpretado por Carole Bouquet y Ángela Molina en la película de Buñuel, Laura es una mujer bondadosa, lo suficientemente independiente como para tomar sus propias decisiones, pero sin ningún deseo de hacer daño alguno a los hombres que la rodean. Ella no es una mujer fatal, aunque en algún momento la narrativa nos guie a creer que a lo mejor lo es.



Curiosamente, al igual que en Sunset Boulevard de Billy Wilder, la película comienza con una narración de los hechos por un personaje que, al final de la película, estará muerto (Waldo Lydecker). Laura ha sido asesinada y el detective McPherson está tratando de averiguar quién la mató. Los sospechosos principales son dos "pretendientes" de Laura: Lydecker  (cuya obsesión con Laura es más estética que sexual, ya que se da a entender que él es homosexual) y Carpenter. Ambos tienen un motivo para cometer el asesinato, el primero por celos y el segundo, por razones económicas, pero es evidente a lo largo de la película que sólo uno de ellos tiene la sangre fría para hacerlo. Mientras lleva a cabo la investigación del caso,  McPherson observa una y otra vez un retrato magnífico de Laura y se enamora de ella. En mi opinión, esto representa el único defecto importante de la película porque es difícil creer que un detective duro como McPherson pueda caer locamente enamorado de una muerta en cuestión no de días, sino de horas.

Sin embargo, la mayoría de las películas requieren alguna suspensión de la incredulidad, y nadie debería dejar que eso le impida disfrutar de esta gran película. Las actuaciones son de primera categoría: Gene Tierney es realmente adorable y misteriosa como Laura, pero para mí sus homólogos masculinos son los que aportan calidad al más alto nivel, especialmente Vincent Price y Clifton Webb. El aspecto y la suave voz de Price nos convencen en un instante de que, a pesar de no ser el más listo de la clase, es todo un seductor. Por otra parte, el Lydecker de Webb es uno de mis villanos favoritos. Su arrogancia y elocuencia son de lo más entretenido.

La dirección de fotografía es excelente. La iluminación es lo que se espera de cualquier película de cine negro, pero los movimientos de cámara y los encuadres son verdaderamente notables. Añaden valor a la narración (por ejemplo, en un travelin de Dana Andrews que se acerca y se aleja del personaje justamente cuando nos enteramos de que Laura en realidad está viva). No es ninguna sorpresa que recibiera el Oscar a la mejor dirección de fotografía. La película recibió cuatro nominaciones más (Mejor Actor Secundario por Clifton Webb, Mejor Dirección de Arte: Blanco y Negro, Mejor Director y Mejor Guión) y se ha convertido en un clásico del género.

1 comentario:

Burren dijo...

Nunca me gustó esta película, tal vez fuese por la coyuntura en que la vi, o quizás por la expectación sobrevalorada que tenía sobre ella.
Algún día la veré de nuevo.
De momento he de ver Retorno al Pasado y compañía Donde se ponga un buen Scarface del 32 en barrica de roble...por cierto estos dibujos son míos.