lunes, 27 de julio de 2009

Cruzando el puente: los sonidos de Estambul

Había oído hablar mucho sobre este documental. Los que me hablaban de él lo hacían de tal manera que me sentía pecaminoso por haber vivido en Estambul 5 meses, haber rodado allí un documental musical y no haberlo visto. Tenía razón. La verdad es que es casi un acto obsceno no haber visionado esta obra maestra al estar allí, aunque hubiera sido para tener una mejor perspectiva a la hora de realizar el documental musical Music to the nTH=Passion. ¿Quién sabe? Igual el haberlo visionado prácticamente un año después de haber abandonado el antiguo Bizancio ha sido lo ideal, pues el torbellino de sentimientos y recuerdos que ha despertado en mí ha sido bastante fuerte. No sólo reconoces lugares de esa preciosa megalópolis, sino que reconoces personas, amigos, conocidos (Selçuk Artut, el bajista del grupo de rock experimental Replikas, fue mi profesor).

Pero, ¿tiene esta obra valor solo por el vínculo emotivo que pueda tener Estambul con cualquiera de los espectadores? Yo creo que no. Obviamente, tanto su realizador Fatih Akin como el narrador Alexander Hacke mantienen un nexo emocional con la ciudad de los dos continentes que ha motivado este documental, pero si trascendemos este hecho, nos daremos cuenta de que Estambul tiene una riqueza musical que merece ser capturada en celuloide. La música en la ciudad tiene una presencia mucho mayor que en otras capitales que yo he visitado, a pesar de la aparente falta de interés de los turcos hacía la música de calidad (no nos engañemos, en Turquía tienen su propio star system de Bisbales autóctonos).

El género del documental musical es uno de mis predilectos, tanto a la hora de consumir como a la hora de producir (en este caso es mi género favorito). Cruzando el puente: los sonidos de Estambul es un excelente ejercicio, en el que el narrador aparece en pantalla y sirve de vehículo conductor del discurso. Alexander Hacke es un músico alemán que, fascinado con la música estambulita, decide desplazarse hasta allí para grabar a distintos músicos y quizás así, poder entender la ciudad. Fatih Akin sigue al músico alemán con una cámara ágil y dinámica que hace que el producto sea muy fácil de ver. Todo esto es combinado con la música y algunas imágenes de archivo.

Aunque este filme sea un documental musical, se tratan otros temas más sociológicos como la integración de las razas gitana y kurda, o la disyuntiva entre oriente y occidente en la que se ve inmersa Turquía y, más concretamente, Estambul. Este documental demuestra que la música lo aborda todo y está en todas partes. ¡Qué ganas tengo de coger una cámara e irme a grabar músicos!

lunes, 13 de julio de 2009

Pagafantas

Esta semana deja dos cosas interesantes que comentar. Por una parte, y aunque parezca mentira, los San Fermines van a tener sus líneas en este blog. El pasado 11 de Julio murió Daniel Jimeno por una cornada mientras corría el encierro. Hasta aquí todo más o menos normal, una pena, etc... Lo criticable es el tratamiento que la noticia tuvo en el lamentable informativo del mediodía de Cuatro, en esta ocasión dentro de la más lamentable sección de Deportes dirigida por los deleznables Manolo Lama y Manu Carreño. A la hora de comer, emitieron un vídeo doméstico en el que se veía al herido agonizando hasta morir. Es denunciable que una cadena privada se lucre de la muerte de una persona de esta manera tan gratuita y morbosa.

Por otra parte, se ha estrenado Ice Age 3, una película que carece de cualquier interés. Lo destacable es que se puede visionar en 3d. Es cierto que no es la primera película que lo hace, pero si es la primera que algún conocido mío haya visto con esta técnica, y sus comentarios están minando mi escepticismo hacia esta técnica. De todas formas, me parece que la primera película que me interese que utilice este método de proyección será la que está dirigiendo James Cameron.

Pagafantas

Hacía mucho tiempo que no veía una buena comedia en una sala de cine. Se me había olvidado lo bonito que es reírse con otra gente ante una película. Pagafantas tuvo ese efecto en todas las personas que decidimos pagar nuestra entrada del cine.

Formalmente, Pagafantas es una película interesantísima. Había leído una crítica que decía que tenía un regusto americano, pero yo no se lo veo por ninguna parte. Si bien es cierto que si te gustó American Pie, seguramente Pagafantas también te gustará, sospecho que los detractores de las comedias americanas adolescentes pueden disfrutar de esta película también, siempre y cuando, eso sí, se olviden de los prejuicios que suelen ir acompañados de boinas y gafas de pasta. Esta película es muy española, muy de Bilbao, en el buen sentido de la palabra. No hablo de landismos, ni de caspa, hablo de una realidad que la película sabe recoger.

El largometraje comienza con un falso documental que habla sobre lo que es que te “hagan una cobra”. Después de explicar lo que es una cobra, se nos dice que este gesto es realizado en alguna parte del mundo cada dos minutos. En ese momento aparece Txema, el protagonista y un cronometro que comenzará una cuenta atrás de dos minutos. En este ingenioso arranque se crea un suspense cómico delicioso. La trama discurrirá brevemente interrumpida por fragmentos de ese falso documental que refleja la realidad de las relaciones entre hombre y mujeres. Otro elemento discursivo muy interesante es la utilización de las primeras notas de Entre dos tierras de Héroes del Silencio como leitmotiv.

Pero no solo la forma es interesante, sino que el contenido también lo es. Pagafantas es la historia de cualquier hombre. Todos hemos sido alguna vez el mejor amigo de una mujer estúpida y ególatra que finge no darse cuenta de que estamos muy colados por ella. He podido identificarme casi con cualquier gag de la película. Seguramente la disfruten más los hombres porque nosotros podremos reconocernos en la pantalla. Además, seguramente aquellas mujeres que hayan convertido a alguien en pagafantas, no tendrán la sensibilidad necesaria para verse reflejadas en el personaje de Claudia.

No obstante, hay algo que no me gusta de la película y eso es su final. Cobeaga me da un happy ending que marca un Viaje del Héroe (en este caso no es solo Txema, sino todos los hombres de la sala de proyección) muy definido y me lo arrebata después. Me siento ultrajado porque da la impresión de que el que es pagafantas, lo será siempre, pero yo quiero creer que es una condición pasajera, provocada por un vil y despreciable ser, que se puede curar. Aún así, Pagafantas es un documento audiovisual que todo el mundo debería visionar y comprender en su justa medida. Los hombres porque así comprenderán mejor cual es su papel en el teatro de las relaciones amorosas-sexuales. Las mujeres deberán verla porque así a lo mejor se lo piensan dos veces antes de tratar a alguien como un pagafantas.

lunes, 6 de julio de 2009

Transformers 2: La venganza de los caídos

Hablemos claro: es imposible que quien acuda a una sala de cine a visionar esta película se aburra. Esto, que no es poco, casi resulta lo único que tiene la película. Es una película de acción, como no, pero las escenas de comedia resultan siendo lo más destacable de la película. Están muy bien conseguidas y alcanzan unos niveles de brillantez elevados (por supuesto los habrá que consideren que el humor de Transformers 2 no es inteligente y que es pueril, bla bla bla…).

No obstante, si de Transformers 2, lo más destacado es el humor (bueno, vale, Megan Fox también), algo falla, ¿no? Y es que, si se puede decir de muchos “autores” que sus películas son una paja mental, esta película es la particular paja (PAJOTE) mental del señor Bay. A la película le sobra metraje por todos los lados (150 minutos) y sobretodo, le sobran movimientos de cámara. Michael Bay ha creado el gran video clip de su vida, hasta hay algún que otro plano que narrativamente no viene a cuento pero que estéticamente es muy bonito. La cámara de Bay no hace justicia al trabajo de los modeladores 3d, los creadores de los Transformers. Así, la película resulta todo un desborde de detalles que el espectador no es capaz de percibir en su totalidad, creando una sensación de insatisfacción en el espectador. ¿Qué te hubiera costado traerte aunque fuera un solo trípode al rodaje, amigo Bay?

En su haber tiene la película un argumento y unos diálogos muy buenos (en cambio el guión es mediocre). Da la sensación de que la trama argumental del origen de los Transformers, The Fallen, los Prime, etc. podría haber tenido más peso en el guión, en vez de centrarse tanto en los militares (otro de los signos de autor de Michael Bay). Quizás, para ser una película sobre Transformers, aparecen demasiados humanos. Pero no os dejéis engañar, este verano, pocas películas mejores que estas veréis.