domingo, 10 de octubre de 2010

Boardwalk Empire (2010)

Los Soprano es una de las mejores series de televisión de la historia (si no la mejor). Terence Winter es uno de los guionistas de dicha serie. Martin Scorsese es uno de los mejores directores de las últimas tres décadas (si no el mejor). Steve Buscemi era uno de los actores de Los Soprano. Con un razonamiento lógico podemos deducir que si juntamos a Winter, a Scorsese y a Buscemi en un proyecto, conseguiremos uno de los mejores productos audiovisuales que se recuerden. ¡Bendita lógica! A veces, dos más dos son cuatro. Y en este caso para HBO, esta suma va a traducirse en millones de dólares de ganancia, tweets favorables y críticas benevolentes como la nuestra.


Después de Los Soprano, muchos necesitábamos una buena serie de gangsters situados en Nueva Jersey. Se puede hablar de Boardwalk Empire como la descendiente directa de Los Soprano, pero diegéticamente estamos hablando más del abuelo de Los Soprano. La historia se sitúa en Atlantic City en el año 1920, justo la noche en la que la Ley Volstead se aprueba y el alcohol se ilegaliza. En ese momento, Nucky Thompson, tesorero de la ciudad (inspirado en el personaje real Nucky Johnson), pone en marcha toda una plataforma de contrabando de alcohol para asegurar que su ciudad no pierda la vitalidad que la caracteriza (Atlantic City es Las Vegas de la Costa Este) y que sus bolsillos sigan tan llenos como hasta ahora. Es en esta época en la que Nucky tendrá que lidiar con nuevas estrellas del juego como Al Capone. A parte de protegerse del resto de mafiosos que luchan por el control del alcohol, Nucky tendrá que jugar una dura partida de ajedrez con el Agente Van Alden, un fanático religioso de la brigada Anti-Droga del FBI.

Como veis la premisa es inmejorable: alcohol, violencia, Jazz, sombreros, damas, caballeros, corrupción y talento. El piloto fue dirigido por Martin Scorsese (el cual también es Productor Ejecutivo, junto con Terence Winter y Tim Van Paten, los cuales ya coincidieron en la creación de las aventuras de nuestro amigo Tony) y está a la altura de sus películas más importantes. Sin lugar a dudas, se puede poner al piloto en el selecto grupo que conformarían películas como Uno de los nuestros, Casino, o Infiltrados. Mi gran pregunta, después de visionar el piloto, era saber si los sucesivos capítulos estarían a la altura. La sorprendente respuesta a esta pregunta es que, no solo están a la altura, sino que tanto el capítulo dos y tres, cortesía de Van Paten, ¡son mejores que el piloto!

Los personajes de Boardwalk muestran una dureza impresionante que parece provenir del turbio pasado en la Primera Guerra mundial de cada uno de ellos. Este aspecto es quizás el menos convencional de la serie, ya que formalmente la serie respeta el lenguaje clásico. Esto demuestra mi teoría de que cuando hay una buena historia no hay que recurrir a artificios narrativos como extraños saltos en el tiempo o encuadres extraños. Es más, si tuviera que destacar un aspecto de esta serie que por ahora roza la matrícula de honor, este tendría que ser la música de la cabecera, que es un blues que no pega ni con cola que parece metido con calzador por nuestro querido Marty.


3 comentarios:

Sergi T. dijo...

Voy a engancharme en breve. Soy de los perezosos a la hora de ver series largas ya finiquitadas -véase Los soprano o The Wire- aun sabiendo que son extremadamente buenas. Ahora, con una serie que promete tantísimo y acaba de empezar, no quiero pasar la oportunidad.

Ya te diré algo cuando la vea. ¡Tengo muchísimas ganas!

Luis dijo...

Estoy comentando la entrada sin haberla leído. No quiero que me estropees mi fruición.¡Qué gran paradoja que la televisión del siglo XXI fabrique tanto refrito insano y una gran variedad de delicatessen al mismo tiempo!

Unknown dijo...

A mí esta serie me parece mejor la de Los Sopranos y eso que soy fan, creo que es excelente por los personajes como Elias y Nucky, Maggy, son geniales y se sienten reales porque tienen rasgos contradictorios y malos.