lunes, 4 de octubre de 2010

Déjame entrar (Let me in) (2010)

Amigos freakies del Mundo Mundial. Estamos de enhorabuena. La Hammer, aquella mágica productora británica que redefinió (y bautizó) el género del terror, ha vuelto. A mediado de los ochenta, la productora dejó de producir. Después de cambiar de manos varias veces, finalmente un grupo de inversores se decidió a relanzarla hace dos años, y como primer proyecto han elegido este remake de la muy exitosa película sueca Déjame entrar. Si este remake supera el original o no, no lo puedo decir pues no he visto la producción sueca. A tenor de los comentarios, Déjame entrar (Let Me In), sin ser una mala película (¡ni mucho menos!), no es tan buena como el largometraje en el que se basa. Aún así, esta obra es el primer estreno de la Hammer en casi 30 años y eso ya es motivo más que suficiente para que nos alegremos.



Owen es un chaval de 12 años que está en el punto de mira de los matones de su colegio. Sus padres se están divorciando y la auto confianza del joven está muy debilitada como para poder oponer cualquier tipo de resistencia. No obstante, su vida cambia cuando una nueva y misteriosa vecina. Abby, que así se llama la chiquilla (interpretada por la nueva estrella infantil del momento, Chloe Moretz), tiene una extraña aversión al sol, no siente frío, posee fuerza sobrenatural y bebe abundantes cantidades de sangre. Efectivamente, es una vampiresa. Como en toda historia de vampiros de calidad, el ser sobrenatural se enamora, pero en este caso tenemos una historia de amor preadolescente (excepcionalmente descrita por la cámara del director Matt Reeves).

Uno de los puntos a destacar de esta producción es el uso de la cámara y del fuera de campo. Reeves ha tomado nota de los maestros de la tensión y consigue ponernos los pelos de punta enseñándonos muy poco. Especialmente memorable es un accidente de circulación que se muestra en un solo plano (¿secuencia?) desde el interior del coche. Para mi es uno de los mejores planos que he visto en muchísimo tiempo. Otra convención con la que el director rompe sabiamente es con el mecanismo mirada-objeto mirado. Muchas veces veremos como reacciona el personaje sin saber ante lo que está reaccionando, y la habilidad de Reeves para utilizar este recurso en su justa medida hace que el suspense no se convierta en irritación.

La película tiene un par de sustos, pero no es una película de terror de sustos. Es más bien una película con un ritmo pausado que recuerda a Thirst de Chanwook Park. El ritmo pausado, el objetivo centrado en el espacio vacío y la nieve (hay pocas combinaciones de color más sugerentes que el blanco de la nieve y el rojo de la sangre) hacen que el estado anímico del espectador bascule entre la calma y la tensión. Esta ruptura (solo en apariencia) de las convenciones del género de terror contrasta violentamente con la banda sonora, que exagera los modos de la partitura para largometraje de terror. Todo lo dicho anteriormente hace de Déjame entrar (Let Me In) una película cuyo visionado recomiendo, aunque supongo que muchos pensarán que es más recomendable el visionado de la película sueca en la que se basa.

2 comentarios:

Sergi T. dijo...

Me ha sorprendido averiguar que detrás de esta película está el resurgir de la Hammer. Veremos que nos depara en un futuro.

Respecto a "Déjame entrar" versión USA no tengo nada que decir, pero la original era cojonuda, más que buena. Según tengo entendido es uno de esos remakes-plano-a-plano que les gusta gastarse a los de Hollywood de vez en cuando...

Te recomiendo que te hagas con la original aunque ahora, con el remake ya visto, perderás el factor sorpresa que tanto nos golpeó a los que la vimos y nos enamoramos de ella en su día.

Siendo un film vampírico-romántico-adolescente es a la vez lo más alejado que puede existir del universo Crepúsculo. ¡Gracias!

Luis dijo...

Adopto las palabras del maldito comentarista:

"Siendo un film vampírico-romántico-adolescente es a la vez lo más alejado que puede existir del universo Crepúsculo. ¡Gracias!"

La original es buena, muy buena.No tengo nada más que decir