Slumdog Millionaire http://www.filmaffinity.com/es/film230028.html
Película notable del siempre interesante Danny Boyle. Lo primero que llama la atención es el parecido entre esta película y Ciudad de Dios, la cual, todo sea dicho, es infinitamente superior a la película más galardonada de los pasados Oscars. La película brasileña no se llevó ningún oscar en su día, es lo que tiene no ser rodada en inglés, supongo. Y para seguir sembrando polémica, que es lo que aquí gusta, diré que El Caballero Oscuro es mejor película que Slumdog Millionaire.
Pero no le quitemos méritos a la película de Boyle, que tiene muchos. La propuesta es muy interesante, y seguro que a muchos teóricos como Zunzunegui o Imbert se les hace la boca agua con la cantidad de palabras que podrán inventar tras ver esta película. Un programa de televisión se convierte en obra cinematográfica. No una recreación del programa de televisión, sino el programa en sí con el mismo presentador, el mismo decorado y la misma música.
La fotografía es una pasada, y la utilización de handycams muy apropiada. La diferente velocidad de obturación empleada por dichas handycams dota a las imágenes de unos componentes dramáticos y narrativos desconocidos hasta la fecha.
Por último hay que mencionar el excepcional desenlace (sin duda lo mejor de la película), cargado de tensión y que termina con una secuencia de créditos espectacular que homenajea a la industria bollywoodiense.
Película notable del siempre interesante Danny Boyle. Lo primero que llama la atención es el parecido entre esta película y Ciudad de Dios, la cual, todo sea dicho, es infinitamente superior a la película más galardonada de los pasados Oscars. La película brasileña no se llevó ningún oscar en su día, es lo que tiene no ser rodada en inglés, supongo. Y para seguir sembrando polémica, que es lo que aquí gusta, diré que El Caballero Oscuro es mejor película que Slumdog Millionaire.
Pero no le quitemos méritos a la película de Boyle, que tiene muchos. La propuesta es muy interesante, y seguro que a muchos teóricos como Zunzunegui o Imbert se les hace la boca agua con la cantidad de palabras que podrán inventar tras ver esta película. Un programa de televisión se convierte en obra cinematográfica. No una recreación del programa de televisión, sino el programa en sí con el mismo presentador, el mismo decorado y la misma música.
La fotografía es una pasada, y la utilización de handycams muy apropiada. La diferente velocidad de obturación empleada por dichas handycams dota a las imágenes de unos componentes dramáticos y narrativos desconocidos hasta la fecha.
Por último hay que mencionar el excepcional desenlace (sin duda lo mejor de la película), cargado de tensión y que termina con una secuencia de créditos espectacular que homenajea a la industria bollywoodiense.
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