viernes, 22 de mayo de 2009

Un regreso relámpago

La vorágine estudiantil-laboral en la que me veo absorbido ha imposibilitado que en las últimas semanas le haya dedicado la atención suficiente al digno oficio del blogger. Este regreso solo significa eso, un regreso. Aunque parece que la tormenta ha amainado, no sé si seguirá así hasta desaparecer o si me encuentro en el ojo del huracán y un tornado me abordará cuando menos me lo espere. Vivamos el presente y espero que disfruten de lo poco que ahora puedo ofrecerles.

Ronin

Me disponía a leerme este cómic con mucha ilusión. De Frank Millar había leído Sin City y 300 y sabia que esta era una de sus obras fundamentales. Cuando leí el prólogo me emocioné más si cabe, ya que hablaba de Ronin como un cómic fundamental en la historia del tebeo americano. Recordemos la premisa del cómic:un samurai sin maestro (un ronin) viaja a un futuro post-apocalíptico.

La primera parte del cómic es espectacular y muy diferente. Tenemos una historia de samuráis con un estilo visual distinto al que esperamos de una historia de este tipo. Pero según avanza el relato, no consigo meterme del todo en la historia.

Lo cierto es que el estilo visual no termina de convencerme cuando estamos en el futuro. Algunos dibujos no están al nivel y el color no me gusta nada. Por no hablar de la excesiva fragmentación de algunas acciones, en las que cuesta mucho adivinar lo que está pasando.
Luego está el guión. El ronin es un personaje sin ningún tipo de carisma y no se termina de explotar el contexto en el que Millar sitúa la historia. ¿Cómo ha llegado la humanidad a este punto? Es muy interesante el conflicto entre bandas, pero queda como algo anecdótico. Al final del cómic, la trama se complica y se resuelve todo en una últimagina ambigua que a mí, personalmente, me supo a poco, como casi todo el cómic. Otra cosa que se hecha de menos es una biografía de Agat, el antagonista. Aparte de que es un demonio, no sabemos nada más de él, ni cómo se explica la existencia de dichos seres ni cuáles son sus motivaciones.

En conclusión, un cómic pasable y entretenido pero que en mi opinión no es, ni de lejos, la obra maestra influyente que muchos críticos quieren que sea.



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