jueves, 3 de septiembre de 2009

Sexdrive

Estaba deambulando por un supermercado coreano, buscando espuma de afeitar. Giré a la derecha y me metí en un pasillo destinado a los cosméticos femeninos y ahí, enfrente mío, en el segundo estante, había una pantallita de 12 pulgadas. ¿Qué aparecía en esa pantalla? Pues una especie de publireportaje sobre las cualidades de un determinado producto que se vendía justo al lado de la pantalla. ¿Llegará esta forma de publicidad hiperagresiva a España alguna vez?

Sexdrive

La primera palabra que se me ocurre para describir esta “típica estúpida comedia americana” es “extraña”. Al principio de la película, aparecen los productores de la película, bien acompañados por una mujer y un hombre desnudos, con los genitales bien a la vista. En esta situación nos explican que esta es la auténtica versión sin censurar de la película.

La historia es simple y manida. Un pardillo de instituto (es decir, todo chaval que es buena gente), inútil cuando de lidiar con mujeres se trata y obsesionado con perder la virginidad, salta a la carretera para copular festivamente con una chica que ha conocido por Internet y que se encuentra a la nada despreciable distancia de 9 horas en coche. El gran problema del protagonista son sus compañeros de viaje: su mejor amigo, que es el típico gordo feo y cabrón que liga mucho (personaje de la ficción y de la vida real que se merecería una entrada del blog) y su mejor amiga, que es una mujer atractiva que convierte a nuestro protagonista en un pagafantas de definición de diccionario, ya que Ian (que así se llama el protagonista) está enamorado de Felicia (que así se llama ella).

Lo más interesante son las rupturas de la diégesis que, cuál película de la Nouvelle Vague, se producen en la película. Y es que algunas veces se nos incluyen tomas falsas, en la que los actores miran a cámara y se ríen y comentan la situación. Otras veces las rupturas vienen provocadas por modelos desnudos que se pasean por la escena.

Para concluir, es una película interesante por su trasgresor lenguaje audiovisual, tiene sus buenos gags y muchas, muchas tetas. Si deciden verla, es posible que se diviertan. Pero hay otras películas más interesantes que ver.

2 comentarios:

Policromi dijo...

¿Qué incluyen tomas falsas a lo largo de la película? Anda que es eso raro. Suena divertido. :P
Temo decirte que ya existen los anuncios en la pantalla de televisión justo al lado del producto en sí en España. En el Corte Ingles de Santa Cruz de Tenerife, sin ir más lejos, recuerdo como ponían una y otra vez una publicidad sobre el quitaarañazos (un gel que decía que quitaba las arañazos del coche, así by the face). Y eso fue hace un pila de años. Ahora creo que está en esa pantalla una propaganda de una trituradora de verduras y al lado, por supuesto, las triruradoras de verduras para que la gente se peleee, mordiéndose las orejas, por el aparato. XD

Rubén Hornillo dijo...

Y a mí que me parecía tan moderno!