Por un lado tenemos un contexto muy interesante que ha sido muy poco trabajado en televisión. Además, las pocas veces que ha sido retratado en televisión, ha resultado un retrato simple y políticamente correcto. En este caso, Hollywood y la industria del entretenimiento se nos muestra como un lugar frívolo y despiadado, con un glamour que da miedo de lo superficial que es. Según esta serie, Hollywood es un ecosistema poblado por tiburones vengativos con memoria de elefante, mujeres despampanantes cuya moral se distrae ante la presencia de famosos de medio pelo, artistas de medio pelo con un ego superlativo y personas normales y currantes que tienen que mantenerse en pie como puedan ante los ataques de la fauna restante. Sobre todo esto se desprenden dos ideas contradictorias: la industria del entretenimiento es altamente profesional y personal.
Es profesional porque en Hollywood no existe ni el descanso ni las vacaciones. El móvil está encendido 24-7 y la disponibilidad del animal hollywoodiense tiene que ser esa, a no ser que quiera perder el tren de su vida. Si os fijáis, todo esta relacionado. Las tecnologías de la información avanzan a ritmo frenético, haciendo que la comunicación se produzca cada vez con más rapidez y sin esperas. Medios como el periódico, están al borde de la aniquilación justamente por esta rigidez temporal. Información igual a Comunicación igual a Entretenimiento igual a Medios de Comunicación de Masas. Si la comunicación de la información no respeta periodos de descanso, esperas, etc., ¿cómo puede un profesional de la información, comunicación, entretenimiento, etc. tener la descabellada idea de que posee un tiempo de descanso que el resto del mundo debe respetar? El trabajo en este medio parece muy atractivo desde fuera, y una vez dentro, si tienes la pasión adecuada, es más atractivo todavía, pero esa misma pasión es la que hace falta tener para olvidarte del tiempo libre. Por desgracia, esta idea no se inculca lo suficiente en las carreras de Comunicación Audiovisual, Periodismo o Publicidad y Relaciones Públicas, posiblemente porque el profesorado tiene todavía una mentalidad de siglo XX.
Por otra parte, la industria del entretenimiento es altamente personal porque está poblada de narcisistas que creen firmemente en su opinión y cuya materia prima, las ideas y la creatividad, son elementos intangibles. De esta manera, es posible caer en el ostracismo por el simple hecho de que le caigas mal a la persona errónea de la misma manera que es posible estar en la cresta de la ola por caerle especialmente bien a la persona idónea. Todo esto es lo que se desprende de Entourage.
La segunda cosa que destaca de esta serie son sus personajes principales: Vicent Chase, la estrella del séquito, inspirado en Mark Whalberg (lo cual no deja de resultar curioso, pues Whalberg nunca ha sido una estrella del calibre de Vincent Chase en la diégesis de la serie). Vincent se caracteriza por ser un espíritu anárquico con una fe ciega en que todo va a ir bien. Para que todo vaya bien, cuenta con Eric y con Ari Gold, su manager y su agente, respectivamente. Ari Gold está basado en el agente de la vida real Ari Emanuel, el cual representa, entre otros, a Scorsese, a Michael Moore, a Matt Damon o al mismo Whalberg. Es, con diferencia, el personaje más atractivo de la serie. Es un tiburón que no se calla lo que piensa y que lo dice de la manera más desagradable posible, pero a pesar de ello, es un gran ser humano. El otro personaje atractivo, y el que proporcionará más carcajadas, es el hermano fracasado de Vincent Chase, Johnny Drama, el cual está interpretado por el hermano fracasado de Matt Dillon. Por último, tenemos a Turtle, que es el típico gordito sin talento ni atractivo que, parasitando a Vincent, conseguirá mujeres que serían inaccesibles si no fuera amigo de Vincent. Por si todo esto fuera poco, la serie se adereza con las apariciones de celebridades haciendo de ellos mismos, como Jessica Alba, James Cameron o Jamie-Lynn Sigler (muchas veces se hace referencia a ella como Meadow Soprano, citando a otra gran serie de HBO).
Por último, hay que destacar el formato de la serie. Es una comedia con una trama sólida que se desarrolla a través de cada temporada. Esto es bastante común, pero lo que no lo es es la duración de cada episodio, alrededor de los 25 minutos. Normalmente, las comedias de imagen real de esta duración suelen tener tramas auto conlusivas en cada episodio. Este formato es más propio de la serie de animación, las cuales, al terminar los episodios en cliffhanger, crean una adicción considerable. Como ya hemos dicho el principio de este comentario, este es el caso de Entourage, una de las series más destacables de esta década.