sábado, 16 de enero de 2010

Malditos Bastardos

La última producción de Tarantino (esta vez, con el aval de la crítica tras el fiasco que supuso Deathproof, sobretodo si la comparamos con su pareja de baile Planet Terror, bastante superior) es, como cada una de sus obras hasta la fecha, un homenaje a una parcela del cine. Si tanto en Kill Bill como en Deathproof, Tarantino homenajeaba al cine de Serie B, en Malditos Bastardos el director de Tennessee nos demuestra que ser freaky no es incompatible con ser un amante del cine más clásico y de todo el antiguo ritual cinematográfico que se ha perdido con las nuevas técnicas de proyección y visionado. Como ejemplos ejemplares (valga al redundancia) de este amor que el realizador profesa por el período clásico, tenemos la explicación de cómo la película de 35mm puede ser un potente explosivo, con inserto de Sabotaje (A. Hitchcock, 1936) incluido. Otra demostración de cinefilia es la primera conversación entre Soshana y Frederick Zoller, en la que comentan los grandes nombres del cine alemán de la época.

Es este un largometraje destacable aunque, seamos honestos, el Capítulo 1 es bastante flojo. El tono de esta parte de la película es serio y nuestro querido director no es muy ducho a la hora de manejar un tono sin ironía ni dobles sentidos. Tarantino siempre ha sido sinónimo de exceso, ya sea en el plano visual o en el plano de los diálogos, y toda esta secuencia no dice nada, a pesar de la parrafada de un Hans Landa inconmensurablemente interpretado por Christoph Waltz.

A partir del segundo capítulo, Quentin vuelve por sus fueros. La semiótica del serial setentero, esa que él ha adoptado como suya hasta convertirla en una de sus señas de identidad, irrumpe con fuerza en una trama situada en la Segunda Guerra Mundial. Ese descaro era el que el espectador esperaba y el que se dejaba ver a través de los trailers de este film.

No obstante, todavía el film no gana al espectador (por lo menos a mí) hasta la secuencia en el bar. Tarantino se maneja mejor con diálogos cruzados a cuatro o cinco bandas que con el cara a cara. En este momento, la verborrea tarantinesca y la violencia barroca llegan para apropiarse del film y construir un tercer acto memorable. Aún así, la película dista mucho de ser la obra maestra de Tarantino, como muchas críticas han afirmado. Es más, Malditos Bastardos no pasará como una de las mejores películas de 2009.

No sé si sobra metraje o si, con un imaginario tan estandarizado sobre la Segunda Guerra Mundial como el que tenemos, la radical ruptura historiográfica de Tarantino es demasiado. Lo que sí demuestra Tarantino es que es uno de los mejores directores de actores de la actualidad (todos los actores lo bordan, no hay ni una sola actuación que parezca deficiente) y a la vez, un virtuoso de la imagen y Malditos Bastardos es prueba de ello. El problema es que quizás Tarantino no sea tan bueno a la hora de escribir un guión como pensamos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No estoy de acuerdo en muchas cosas. Es cierto que no es su gran obra maestra pero es la película bélica que yo me podía esperar de Tarantino.

Después de años de espera y habladurías en torno a Inglourious Basterds no me ha decepcionado para nada.

En cuanto al guión, creo que Tarantino nunca ha sido de grandes historias pero siempre ha sabido (y aquí lo vuelve a demostrar) contarlas de la mejor forma posible. Si ordenásemos cronológicamente Pulp Fiction, no sería la obra maestra que es.

Si todo esto lo aliñas con su particular visión freak del mundo, su estilo gamberro (le da igual todo y aquí queda muy claro) y sus envidiables conocimientos cinéfilos (o cinefagos), sale Malditos Bastardos (o Pulp Fiction, o Kill Bill...).

Y, por cierto, quiero defender el primer capítulo. Me parece uno de los mejores de toda la película. Pausado, cargado de sentido, duro, fuerte y digno de cualquier película "seria" (o no tarantiniana) que hable sobre la persecución nazi.

Luis dijo...

Definitivamente el señor que escribe este blog y un servidor,tenemos una forma de ver, disfrutar y pensar sobre cine diferente. Lo que es, indudablemente, más saludable.

http://thedrypack.blogspot.com/2010/01/mas-malditos-que-bastardos.html