domingo, 16 de mayo de 2010

Samurai Champloo (2004)

El término “champloo” proviene de Okinawa, la isla tropical de Japón. Dicho vocablo puede traducirse como “batiburrillo” y la verdad es que no se me ocurre mejor palabra para definir este anime de 26 capítulos. De todos es sabido que las mezclas son armas de doble filo que dependen mucho de la maestría del mezclador. La mayoría de nosotros crearíamos un estropicio si mezcláramos kimchee coreano con turrón de Jijona, pero igual Ferrà Adrià consigue hacer un plato exquisito (de todas formas yo prefiero un buen filete en un bar de menú, pero supongo que si el río suena es porque agua lleva). De la misma manera, la mayoria de los mortales fracasaría al mezclar Hip Hop y Samurais, pero en cambio Sinichiro Watanabe produce una obra maestra.



Aún a riesgo de sonar pedante (o precisamente con esa intención), esa es la calificación que se merece esta serie de anime. El opening con el que empieza la serie ya da muestra de lo que va a ser la marca de la casa: una combinación de elementos con la finalidad de crear momentos puramente estéticos. Esta excelencia se consigue a través de un grafismo inmejorable, de un diseño de sonido excepcional y de una música sencillamente brillante. Pero estas tres cosas adquieren un valor añadido porque hay un concepto que las sustenta.

El concepto es el siguiente: En el Periodo Edo (entre 1607 y 1868) Japón se aisló del resto del mundo y aparecieron los elementos culturales que todos reconocemos como eminentemente japoneses. Una de estas figuras es la del samurai. Pero lo que no es tan conocido es que en ese periodo se asentaron las bases de la hoy potente cultura pop japonesa. Por ejemplo, el ukyo-e, el arte de las estampas japonesas, fue concebido en ese periodo y sus grandes exponentes, Hiroshige y Hokusai, eran considerados más como creativos que como artistas. El estilo del ukiyo-e se ve reflejado en el kimono japonés, y también en el manga, el cuál a su vez influencia la actual moda japonesa. En otras palabras, lo que Watanabe propone es una comparación entre el Japón actual y el Japón del período Edo. Y hace esa comparación aglutinando algo tan japonés y vetusto como el samurai y algo tan poco japonés y tan actual como el Hip Hop. A través de esta comparación, nos daremos cuenta de que en algunas cosas, Japón ha cambiado para bien (abriéndose al mundo) y que en otras no ha cambiado tanto, o que incluso se está produciendo un retorno a la mentalidad del periodo Edo en cuanto a la sexualidad (según la serie, el periodo Edo se puede comparar con la Grecia clásica por aceptación de la sexualidad).

Los cuatro elementos del hip hop se ven representados en esta producción. El breakdance viene de la mano de Mugen, un ronin violento con aspecto de surfero que incorpora el breakdance a su estilo de lucha. El djing, el elemento fundacional del hip hop, se ve representado en el montaje de la serie. Cuando hay un montaje alterno, la transición entre escenas se hace mediante el scratch. El rap aparece en la cabecera y en algún capítulo aparecen personajes que hacen beatbox. Por último, el graffiti aparece en un capitulo, cuando dos hijos de un samurai deciden abandonar el bushido para adoptar el camino del tagging.

Supongo que usted, el lector, se encontrará un poco perdido en estos momentos. ¿Samurais? ¿Hip Hop? ¿Ukyo-qué? ¿Período Pedo? No se preocupe, en realidad la trama es bastante simple y todos estos elementos fluyen sin dificultades. Fuu, una adolescente, consigue los servicios de los samurais Mugen y Jin para que le ayuden a encontrar a un samurai que huele a girasoles. La historia es así de simple. Lo sustancioso es todo lo demás que he comentado anteriormente. Si como yo, ustedes son buscadores incansables de lo estético, no puede permitirse pasar esta serie por alto.

1 comentario:

Luis dijo...

no sé si eso de mezclar
samurais y rap
es buena combinación
o una barbaridad
pero rezuma originalidad
igual que esta aportación
a un paraiso de blog

y solo le pongo un pero
hace meses que no escucho
ningún referente drypackero
y ese silencio es mucho
cuando hablamos del maldito rapero

oh yeahhh!!!