domingo, 13 de junio de 2010

Algunos hombres buenos (1992)

Lo reconozco. Tengo debilidad por un género que prácticamente solo es producido en Hollywood: la película de juzgado. Bajo el paraguas de este género, muy típico de la película de después del informativo de Antena 3, se esconden grandes obras maestras como El juicio de Nuremberg (¿Vencedores o vencidos?) de Stanley Kramer o Doce hombres sin piedad de Sidney Lumet. No diré que Algunos hombre buenos es una obra maestra, pero sí que es una obra muy notable de los noventa que destaca por su excepcional elenco. A diferencia de los otros filmes que he mencionado, el largometraje de Rob Reiner, con guión de Aaron Sorkin, se desarrolla en varias localizaciones y el juzgado no es la localización principal. Este filme tiene más que ver con cómo se prepara el caso que con cómo se lleva a cabo en el juzgado (a pesar de que si por algo es recordada esta película, es por el último parlamento de Jack Nicholson en el juicio).



El filme empieza con una secuencia de créditos maravillosa en la que unos militares hacen un ejercicio de entrenamiento altamente estético. Una vez el ejercicio ha terminado, la cámara sigue a JoAnne Galloway (Demi Moore), la cual se dirige a exponer a sus superiores la posibilidad de que la muerte de un marine en Guantánamo sea el resultado de un Código Rojo (una acción disciplinaria extraoficial e ilegal). La defensa del caso, que a priori parece fácil, es asignada a Daniel Kaffee (Tom Cruise), un brillante abogado que intenta solucionar los casos antes de que lleguen al tribunal. Todo se complica cuando los acusados del crimen dicen que no tienen ninguna intención de declararse culpables porque ellos solo siguieron órdenes.

Esta es la premisa de este filme en el que todos los actores están brillantes. ¡Hasta Tom Cruise lo borda! Pero si por algo ha trascendido las barreras fílmicas esta obra, es por la escena final en el juicio y la breve pero magnífica interpretación de Jack Nicholson. Todavía recuerdo como en El Informal utilizaban esta escena varias veces para hacer diversas parodias.

El único pero que le pongo a esta película en la que no sobra ni un solo plano, es la música. A medida que pasa el tiempo, se confirma que el uso de sintetizadores en las bandas sonoras de los ochenta y principio de los noventa es justo lo que necesitabas si querías que tu película envejeciera rápidamente. No han pasado ni veinte años desde que se estrenó este largometraje y siempre que aparece la música extradiegética, da la impresión de que estás viendo una película de los sesenta.

En definitiva, Algunos hombres buenos es un largometraje que planteará preguntas sobre cuáles son los auténticos deberes de los militares y que proporcionará 134 minutos de cine de oficio y una master class en interpretación, lo cuál ya es bastante. 

1 comentario:

Luis dijo...

Propongo otras pelis de juicios que seguro que ya has visto: El jurado (con John Cusack), JFK (de Oliver Stone), Philadelphia o El dilema.

La verdad es que si lo piensas hay bastantes ejemplos...¿te suena alguna española?

Aunque la mejor,sin duda, Doce hombres sin piedad.