domingo, 1 de agosto de 2010

Las tres noches de Eva (1941)

Hay algo que no me termina de convencer de la screwball comedy, ese género de comedia de enredo en la que se sitúan casi todas las películas cómicas producidas en Hollywood en la década de los cuarenta. No estoy seguro, pero me parece que lo que no me termina de convencer es la “inteligencia” de dicho sentido del humor. Es un género donde no encontraremos el típico y efectivo “caca, culo, pedo, pis”. Tampoco encontraremos muchas referencias sexuales, y las que encontremos estarán ocultas bajo el maquillaje de los dobles y triples sentidos. Todas las screwball comedies tienen una historia de amor como motor narrativo y, para mi primitivo sentido del humor, es necesario que la montaña rusa emocional de una pareja venga acompañadas de chistes sexuales explícitos y, si puede ser, soeces. Llamadme lo que queráis, pero es que cualquier película de Judd Apatow me hace muchísima más gracia.



Las tres noches de Eva, dirigida por Preston Sturges, no es una excepción. Sus 94 minutos de metraje no me provocan más que unas cuantas sonrisas que se pueden contar con los dedos de una mano. Y eso que cuenta con un elenco maravilloso capitaneado por Barbara Stanwyck y Henry Fonda. La historia, que fue nominada al Oscar, es la siguiente: Charles, un científico heredero de una fortuna, se enamora de Jean, una chica que se dedica a buscar a ricachones y enamorarlos mientras su padre les estafa jugando a las cartas. El problema es que en esta ocasión, Jean también se enamora de Charles. Todo esto sucede en un barco que va desde Sudamérica a Nueva York, y justo antes de que la feliz pareja desembarque, el idilio se verá truncado.

El personaje de Jean es uno de las femme fatale más terribles que he visto nunca en el cine. No ha pasado a la historia y no está a la altura de Gilda o del papel encarnado por Rita Hayworth en La dama de Shanghai, pero la sed de venganza de Jean, sumada a la exasperante estupidez de Charles la convierte en una mujer aterradora. La indefensión de Charles ante su enemigo es simplemente demasiado para mí.

Formalmente, esta película no destaca ya que sigue los patrones del estilo clásico a rajatabla. No obstante, los títulos de crédito de inicio son bastante modernos, e incluyen una animación bastante simpática, algo que se aleja mucho del típico cartel de los filmes de la época. También hay un sumario interesante al final del segundo acto que relata los preparativos de una boda. Pero si por algo resulta interesante el visionado de esta obra, es para comparar los inicios de las relaciones sentimentales en los Estados Unidos de los cuarenta con cómo se hacen y se deshacen las parejas en el mundo occidental de ahora. 


4 comentarios:

Sergi T. dijo...
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Sergi T. dijo...

Arriesgado comentario sobre las "screwball comedies". Supongo que cada cosa va con su tiempo y hasta la llegada de los 80 y las descerebradas comedias a lo "Porky's" no se abrió brecha en ese sentido. Si embargo tampoco se consolidó hasta, como bien dices, el listo del señor Apatow (recordemos los intentos fallidos de "American Pie" y sucedáneos). Es el primero que después de muchos intentos ha sabido ganarse a público y crítica al mismo tiempo en un terreno tan difícil como la comedia. No voy a valorar su tipo de cine porque tampoco soy un gran conocedor de él pero no me cabe duda de que está abriendo muchísimas puertas.

En cuanto a la comedia clásica he de decir que hay varios títulos que me vienen a la cabeza y que los considero, sin lugar a dudas, obras maestras. "Arsénico por compasión", "Sucedió una noche" o "La fiera de mi niña" son algunos ejemplos aunque, la verdad, no se si se podrían clasificar como "screwball" propiamente dichas. Nunca tuve claro lo de las etiquetas.

Por cierto, siéntete un poco culpable de que gracias a tus recientes entradas sobre clásicos estoy viendo todos los que tengo pendientes en mi estantería

Rubén Hornillo dijo...

Me parece que calificar a American Pie de intento fallido es ser injustamente duro. Me parece un precedente que funciona muy bien con su público y que puede ser considerada una película mítica para una generación. Por otra parte, "la fiera de mi niña" es otra de esas películas que no me dice nada, a pesar de ser obra de uno de mis directores favoritos. "Sucedió una noche" me parece una obra maestra.

Sergi T. dijo...

American Pie es a los 90 lo que Porky's a los 80. Un éxito de masas y un auténtico fracaso de crítica. Es fallido en ese sentido, algo que ha superado con creces el señor Apatow. Ha roto esa barrera, guste más o guste menos.